A pesar de que la pandemia de COVID-19 ha quedado atrás en el tiempo (ya han pasado 5 años) muchas personas siguen experimentando un agotamiento mental postpandemia persistente.
Este proceso no es solo una cuestión de fatiga física, sino también de desgaste emocional y psicológico.
Pero ¿por qué, aún después de varios años, seguimos sintiéndonos agotados?

Causas del mantenimiento del agotamiento mental postpandemia
El impacto prolongado del estrés pandémico
La pandemia generó un estado de alerta constante que fue muy prolongado en el tiempo.
Desde el miedo al contagio hasta la incertidumbre económica, pasando por la desinformación y la pérdida (o el temor a la pérdida) de seres queridos, este período pandémico representó un evento traumático a nivel global.
Aunque las circunstancias han mejorado, el cerebro no se recupera inmediatamente de un estrés crónico.
El estrés prolongado altera el funcionamiento del sistema nervioso, afectando la regulación del cortisol, que es la hormona del estrés.
Como resultado, muchas personas siguen sintiéndose agotadas, con dificultades para concentrarse y para experimentar placer en sus actividades diarias. Este agotamiento mental postpandemia se ha convertido en una carga persistente para muchos.
Cambio de rutinas y dificultades para adaptarse
Durante la pandemia, nuestras rutinas diarias cambiaron radicalmente.
El trabajo remoto, el distanciamiento social y las restricciones cambiaron la forma de cómo interactuábamos con el mundo.
Más tarde, cuando hubo que volver a la rutina del trabajo en la oficina, cuanto tuvimos que retomar los compromisos sociales o enfrentarnos a nuevas realidades económicas, se empezaron a encontrar las limitaciones causadas por el miedo y por el cambio.
Esta transición no ha sido fácil para todos.
Adaptarse a un ritmo diferente requiere energía mental, y muchas personas han sentido a lo largo del tiempo que simplemente no han tenido la capacidad de hacerlo sin sentirse asustadas. Esta falta de adaptación también contribuye al agotamiento mental postpandemia.
Secuelas emocionales y psicológicas
El impacto de la pandemia también se ha visto reflejado en la salud mental.
Muchos estudios han mostrado un aumento significativo en los casos de ansiedad, depresión y trastorno por estrés postraumático (TEPT).
El número de personas jóvenes que empezaron a acudir a las consultas de psiquiatría creció exponencialmente tras la pandemia.
Estas afecciones, lógicamente, también pueden llevar a un agotamiento mental postpandemia crónico si no se tratan adecuadamente.
Además, muchas personas no han tenido el tiempo o los recursos para procesar lo que han vivido.
La pérdida de seres queridos, la falta de despedidas adecuadas y la sensación de haber «perdido tiempo» en sus vidas han dejado una huella emocional profunda.
Fatiga de decisiones y sobrecarga cognitiva
Durante la pandemia, nos vimos obligados a tomar muchas decisiones inusuales y de alto impacto: ¿Es seguro salir? ¿Debo vacunarme? ¿Qué pasa si pierdo mi empleo?
Estas decisiones constantes llevaron a una sobrecarga cognitiva, agotando nuestra capacidad mental para seguir procesando información compleja.
Hoy en día, aunque la crisis sanitaria prácticamente ha desaparecido, seguimos enfrentando muchas decisiones que antes parecían automáticas.
La fatiga de decisiones es real y puede contribuir a la sensación de agotamiento mental postpandemia.
Cambios en la interacción social
El aislamiento social dejó huellas en cómo interactuamos con los demás.
Muchas personas expresan sentirse más ansiosas en entornos sociales, mientras que otras han perdido el hábito de mantener relaciones cercanas.
Retomar la vida social puede ser agotador, sobre todo para aquellos que experimentaron largos periodos de soledad o cambios en su círculo social.
Además, la pandemia reconfiguró nuestras expectativas sobre el tiempo personal y el trabajo.
Algunas personas sienten que han perdido el control sobre su agenda ahora que deben asistir a reuniones presenciales, eventos familiares y otros compromisos que antes eran limitados.
Expectativas poco realistas sobre la «normalidad»
Uno de los mayores factores de agotamiento mental postpandemia es la presión de «volver a la normalidad».
La idea de que todo debería ser como antes de la pandemia generó en muchas personas frustración y estrés.
La realidad es que el mundo ha cambiado y nosotros también, siendo, por tanto, la normalidad, una nueva normalidad.
Ajustarse a esa nueva normalidad implica aceptar que algunas cosas ya no serán iguales y que no podemos hacer nada por evitarlo.
Sin embargo, la presión social y personal por «recuperar el tiempo perdido» puede generar una carga emocional innecesaria.
Miedo a que se repita algo similar
Esta situación vital experimentada durante la pandemia nos ha hecho sentir vulnerables.
Sabemos que esto puede volver a ocurrir, ya sea en forma de nueva pandemia por virus que no controlamos o por guerras que afecten o cambien nuestra calidad de vida actual.
La guerra de Ucrania, tan cerca de nosotros, nos ha hecho sentir la posibilidad de sufrir un conflicto armado en un entorno inesperado (parece que las guerras que han existido y siguen existiendo, siempre eran en entornos lejanos y muy diferentes a nosotros). Y esto nos ha provocado la aparición de temor anticipatorio a repetición de dramáticas crisis globales como las vividas en la pandemia.
Pinchando aquí puedes acceder a un artículo que publiqué sobre la Guerra de Ucrania en marzo de 2022 (justo al comienzo de la guerra), pero que he vuelto a publicar por su actualidad mantenida en abril de 2025.
Existencia de procesos de Coronafobia
El impacto de coronavirus fue tan intenso y tan potente para todos, que el miedo a padecerlo o a contagiarlo ha seguido presente en muchas personas, que padecen un proceso clínico denominado “Coronafobia”, que provoca en el paciente que lo padece, síntomas intensos de ansiedad, con mecanismos evitativos en el contacto personal, limitaciones intensas en la vida personal, con actos compulsivos e interpretaciones catastróficas sobre el padecimiento de la enfermedad.
Quien piense que este proceso ya ha sido superado por todos está muy equivocado porque seguimos viendo pacientes que lo sufren de forma muy activa-
Si quieres saber más sobre el proceso de Coronafobia, pincha aquí y accederás a un articulo que lo explica específicamente.

Estrategias para combatir el agotamiento mental postpandemia
El agotamiento mental postpandemia es un problema real que tenemos que abordar para conseguir aliviarlo y que las personas que lo padecen puedan recuperar su energía física y psicológica.
Vamos a referir algunas de las estrategias que pueden ser efectivas:
Aceptar el proceso de recuperación
No se puede «forzar» el bienestar.
Es importante aceptar que la recuperación mental lleva tiempo y hay que ser compasivos, tolerantes y pacientes con nosotros mismos y con nuestros ritmos personales
Priorizar el autocuidado
Dormir bien, alimentarse adecuadamente y hacer ejercicio son claves para la salud mental. Pequeños cambios en la rutina pueden hacer una gran diferencia.
Limitar la exposición a noticias negativas
Durante la pandemia, muchas personas desarrollaron el hábito de consumir información de manera compulsiva.
Establecer límites en el consumo de noticias puede reducir la ansiedad.
Aquí podemos enlazar con el artículo que no explica lo que es el “Doomscrolling” (el hábito de pasar mucho tiempo viendo noticias negativas en internet) y como evitarlo.
Fortalecer las conexiones sociales
Retomar amistades y pasar tiempo con seres queridos puede ayudar a recuperar la energía emocional.
No es necesario hacerlo todo de golpe; encuentros pequeños, significativos, pero progresivos, pueden ser suficientes.
Establecer límites saludables
En el trabajo y la vida personal, aprender a decir «no» es fundamental para evitar la sobrecarga mental.
Es útil en todos los momentos de nuestra vida, pero cuando estamos agotados mental y físicamente es más necesario poder hacerlo
Buscar apoyo profesional
Si la sensación de agotamiento mental postpandemia persiste, hablar con un profesional sanitario que nos puede proporcionar herramientas valiosas para enfrentar la situación.

El agotamiento mental postpandemia ha sido y sigue siendo es una realidad para muchas personas.
No se trata solo de recuperarnos físicamente, sino también de sanar emocional y psicológicamente.
Reconocer el impacto que tuvo la pandemia en nuestras vidas y darnos el tiempo necesario para adaptarnos a la nueva realidad es clave para encontrar un equilibrio.